sábado, 15 de febrero de 2014

Cuento motor

Los niños van haciendo un paracaídas grande, y mientaras lo están haciendo se `pone como música de fondo "VAMOS A LA SELVA".


Canción



VAMOS A LA SELVA

Mañana en la mañana, antes de salir el sol,
saldré con mis amigos, saldremos de excursión.
Prepara tu mochila, que tú también vendrás,
no sientas ningún miedo, nada te pasará.

Coro.
Vamos a la selva al amanecer,
feroces animales vamos a conocer.

(Repetir)

Al llegar a la selva verán con atención,
que hasta los animales tienen organización.
El mono tumba los cocos,
el elefante es bombero,
la jirafa vigilante,
y el mapache un bandolero.

Le siguen los castores,
que son buenos carpinteros,
y al león, rey de la selva,
no le gustan los barberos.

Coro.
Vamos a la selva al amanecer,
feroces animales vamos a conocer. 

(Repetir)

El mono tumba los cocos,
el elefante es bombero,
la jirafa vigilante,
y el mapache un bandolero.

Coro.
Vamos a la selva al amanecer,
feroces animales vamos a conocer.
Vamos a la selva al amanecer,
feroces animales vamos a conocer




Después de que realicen el paracaídas, la educadora empezara a contarles el cuento y los niños irán haciendo lo que el cuento se diga. Al final del viaje encontraran un baúl, (el tesoro que habían ido a buscar), y dentro una sorpresa. Después de todo esto vendrá la relajación que se hará por parejas y con una pluma, mientras la educadora contara un cuento corto.


El cuento de la primera parte es el siguiente:




Un soleado día de verano, los niños se preparan para el gran salto en paracaídas, desde el helicóptero. Es un gran día para ellos, ya que han estado mucho tiempo preparando un paracaídas gigante para poder saltar todos juntos sobre la isla del tesoro y buscar un gran cofre lleno de pequeños tesoros.

Antes de saltar realizamos unos ejercicios de calentamiento.  Estiramos las piernas, movemos los brazos, giramos la cabeza, movemos los deditos, nos ponemos en cuclillas y saltamos con los brazos estirados.
¡Por fin ha llegado el momento! todos los niños están muy nerviosos y corren por todo el helicóptero chillando.
Nos disponemos a saltar, a lo lejos, muy abajo se ve un pequeño trocito de tierra, parecido a una porción de queso, en medio de un gran mar azul; Nos colocamos nuestra mochila, nos ponemos las gafas, nos sujetamos al paracaídas y saaaltamos!!!!

Estamos bajando hacia la isla del tesoro muy rápido, que divertido es volar como un pajarito. Nuestro paracaídas se mueve deprisa arriba y abajo, abajo y arriba, sentimos cosquillitas en el estómago, y nos da la risa mientras bajamos.
De repente todas comenzamos a girar hacia la derecha, y ahora hacia la izquierda.
Flexionamos las rodillas, nos agachamos, nos levantamos, nos agachamos, nos levantamos.

Los niños están a punto de aterrizar, pero OH!! Que ven nuestros ojos!! Vamos a caer a un enorme y frío río.  Los niños cogen mucho aire en los pulmones y Ploff!!

RÍO
¡Qué fría esta el agua! Nos quitamos la mochila, nos quitamos las gafas y comenzamos a nadar hacia la orilla muy rápido, SPLASH, SPLOSH, SPLASH, SPLOSH, La orilla está muy lejos los niños están cansados y comienzan a nadar mas despacio SPLASH, SPLOSH, SPLASH, SPLOSH. Los niños también saben nadar de espaldas primero un brazo y luego otro, un brazo y luego otro.

Cuando al fin llegamos todos los niños están derrotados, alguno de ellos incluso tiene ganas de echarse una siestecita, pero de repente se dan cuenta del maravilloso lugar en el que están.
Todo es naturaleza, hay gigantescos árboles verdes por todas partes, huele a tierra, huele a humedad, se oyen los sonidos de distintos animales y los niños recuerdan el maravilloso tesoro que han ido a buscar.

BOSQUE
Los niños se ponen a caminar entre los árboles, tienen que caminar esquivando los árboles, hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia un lado a otro. A veces tienen que agacharse para pasar por debajo de las ramas, y otras veces tienen que saltar para pasar por encima de alguna raíz que sobresale del suelo.

HIERBA

De repente los árboles desaparecen y los niños solo ven un campo enorme de hierba verde y alta. Como no podemos pasar por otro lado, tenemos que atravesar este manto verde. Los niños apartan la hierba con las manos, SWHIS, SWHAS, SWHIS, SWHAS, SWHIS.


BARRO
Oh, no!!!  Los niños no se han dado cuenta y han caído en un gran charco de pegajoso barro, SQUALCH, SQUELCH, SQUALCH, SQUELCH. Apenas pueden levantar las piernas, las tienen pegadas al suelo. SQUALCH, SQUELCH, SQUALCH, SQUELCH. ¡Qué asco! Algunos se han caído al suelo y se han quedado pegados, los demás intentan ayudarlos a levantarse.
Gracias al trabajo en equipo, los niños han logrado salir del barro, aunque están un poco sucios!!

CAMINO ESTRECHO
Siguen caminando por un camino muy estrecho, tan estrecho que tienen que caminar en fila de a 3. Poco a poco el camino se va estrechando mas, ahora tienen que caminar en fila de a 2. Ahora el camino se ha hecho tan, tan estrecho que solo pueden ir en fila de a 1. ¡Qué angustia! Apenas pueden andar.

HORMIGAS
Cuando salen del camino estrecho, los niños descubren que han entrado en una cueva oscura, TIP-TOP-TIP-TOP. Siguen avanzando sigilosamente porque no saben que pueden encontrar dentro de una cueva tan profunda y tan oscura. Están un poco asustados… TIP-TOP-TIP-TOP y de repente todos los niños comienzan a sentir muchas cosquillas, primero por los pies y las piernas y después por todo el cuerpo. Un niño dice, ¡Son hormigas! Y todos se ríen muy alto porque las hormigas les hacen muchas cosquillas. Poco a poco van a avanzando dentro de la cueva andando despacito y de puntillas como las hormiguitas para no tropezar con nada.
Al final de la cueva los niños ven un rayito de luz, ¡Qué alegría! Por fin han llegado al otro lado de la cueva.
Sin apenas darse cuenta, entre risas han llegado al otro lado de la montaña, a través de la cueva.

Ahora los niños sienten frio porque llevan la ropa mojada, están sucios por el barro y están cansados de andar y de andar. Además aún no han encontrado el tesoro y echan de menos a sus papas.

TUCAN
Como no saben por dónde seguir buscando, preguntan a un Tucán, llamado Tupitín  y este alzando el vuelo les dijo:
-¡Seguidme! Os llevare hasta dónde está mi amigo el Elefante Azul para que os ayude.
Y los niños comenzaron a correr imitando el vuelo de Tupitín. Desplegando los brazos, planeaban entre los árboles, subían y bajaban con los brazos extendidos, se inclinaban hacia la derecha, y hacia la izquierda, volaban rápido y volaban despacio.

ELEFANTE
Por fin encontraron a Elefante Azul cerca de una charca donde se estaba dando un buen baño.
Tupitín le contó que estábamos buscando el tesoro y rápidamente Elefante Azul, salió del agua y les dijo a los niños:

-Subid en mi lomo y os llevaré hacia el tesoro.


Los niños subieron rápidamente sobre el elefante formando una fila larga. Todos los niños iban agarrados a la cintura del niño de delante.
-¿Estáis preparados? Gritó Elefante Azul.
Los niños contestaron, SIIIII!
Elefante azul comenzó su marcha con el pie derecho, PUM-POM-PUM-POM-PUM-POM
“Con el un, dos, tres, cuatro, con el un, dos, tres, cuatro”
Primero muy despacito, y después solo despacio, pues un animal tan grande se desplaza muy lentamente.
Elefante subió caminos, bajo caminos con el mismo paso lento, cuando casi habíamos llegado al tesoro, nos sorprendió en mitad del camino una pequeña serpiente.

SERPIENTE
Cuando Elefante vio a la serpiente, todos los niños se quedaron sorprendidos con su reacción.
Elefante tenía miedo de la pobre serpiente y este se puso de pie sobre las patas traseras, asustado. Todos los niños intentaron no caerse del elefante manteniendo el equilibrio con los talones de los pies y después con las puntas de los pies, y otra vez de nuevo con los talones hasta que finalmente cayeron al suelo.
Elefante se fue sin despedirse de los niños corriendo de nuevo al corazón de la selva, buscando refugio en su charca, donde había estado tan tranquilo dándose un baño antes de encontrar a los niños. Parece mentira que un animal tan grande se asuste de un animal tan pequeño.

La serpiente enseñó a los niños a reptar como lo hacía ella para poder avanzar más rápido que el Elefante Azul, y los niños encantados comenzaron a desplazarse reptando y sacando la lengua de vez en cuando.

LEÓN
RRRRRGGGGGG¡!!! Un enorme rugido se escuchó de pronto, y la pequeña serpiente se fue también sin despedirse asustada.
Los niños se pararon y se mantuvieron inmóviles donde estaban, no se atrevían a mover ni siquiera un pelo de la cabeza.  Se preguntaban: ¿De dónde vendrá ese rugido?

Andando sigilosamente se estaba acercando el león más grande y más fiero que habían visto en su vida. Su larga melena y su larga cola se movían al compás de sus pasos.
Los niños se arrepintieron en ese momento de haber ido a buscar el tesoro a la isla.

De pronto, el león ya no parecía tan fiero, comenzó a hablar y les dijo:
-        ¡Por fin habéis llegado! Llevo guardando para vosotros este gran tesoro, todo este tiempo. Soy el guardián el cofre y os estaba esperando.

Los niños comenzaron a saltar, a abrazarse entre ellos,  estaban tan contentos!! Se abrazaban con los compañeros que tenían a su derecha y a su izquierda.


El cofre del tesoro estaba escondido debajo de unas enormes hojas de palmera, y al abrirlo todos vieron que contenía los tesoros favoritos de cualquier niño, libros, juguetes y alguna chuche. 



El cuento de la relajación

¿Queréis que os cuente lo que pasa en la selva, cuando el día ya se acaba y la noche pronto empieza?...

Escuchad:

Allá en la selva cuando el día ya se acaba y la noche llega, todos, todos los animales, sentado en el suelo por parejas, se cuentan las historias de su jornada completa.

La Sra. Avestruz dijo:
"Un pájaro carpintero entró hoy en mi nido y poco a poco, muy despacio, pica y repicoteó mis huevos, dejándolos destrozados"
-Picó mi nido, picó mi nido, pico mi nido.
(Golpear suavemente con la yema de los dedos las cabecitas de los niños)

El león dijo:
"Estaba yo descansando junto al lago, de repente vino la lluvia, me cogió desprevenido, y mi melena quedó hecha un asco"
-Cayó en la lluvia, cayó la lluvia, cayó la lluvia...
(Acariciar el pelo hacia el cuello rascando suavemente con los dedos)

La señora gacela dijo:
"Cuando mi hijo acababa de nacer pasó algo alucinante. Por el lugar donde yo estaba acostada bajaban y subían enormes elefantes"
-Bajaban los elefantes, bajaban los elefantes, bajaban los elefantes...
-Subían los elefantes, subían los elefantes, subían los elefantes...
(Presionar suavemente con los puños sobre la espalda hacia arriba y hacia abajo)


De repente dijo el señor hipopótamo:
"Oh mirad hacia arriba!...(levantar la cabeza)
El sol ya se esconde.
¿No notáis un picoteo por la frente, por la cara, por el cuello y por los hombros?
Es el sueño que nos llama. Cerremos todos los ojos."
(Picotear suavemente con la yema de los dedos la frente, cara cuello...)

Y mientras ya todos duermen, viene el viento que les mece... les sopla junto al oído muy suave...(soplar) y después... les besa muy tiernamente...(besar)
SSSShhhhhhhhhhhhhh...Relajaos............descansad............

No hay comentarios:

Publicar un comentario